HOME. Nuestro planeta, nuestros problemas, nuestras decisiones.









Me siento con una taza de café. He visto este documental HOME. Tengo un nudo en la garganta, estoy asombrado. Claro que no es la primera vez que veo el desorden, el desequilibrio, pero esta vez me llegó hasta los huesos; me penetró hasta el alma. 
El documental de Yann Arthus-Bertrand, con su tomas aéreas de los lugares más impresionantes de la tierra, territorios asombrosos (tomas perfectas de un planeta perfecto) me llenó de emociones encontradas. La fascinación de la diversidad, lo asombroso de la fuerza humana, el perfecto balance entre los organismos y los elementos en nuestro planeta. Maravilloso. Pero también me hizo sentir angustia, indignación ante nuestra desfachatez. Rabia por las consecuencias de nuestros estilos de vida en el entorno, frustración ante la complejidad del problema del cambio climático. 
Mi taza de café comienza a quedar vacía y las ideas fluyen cada vez con más claridad en mi cabeza. Poco a poco las emociones se calman y permiten a los pensamientos pasar por mi cuerpo y penetran en la pantalla del computador en forma de pequeños simbolitos negros. Estoy en el trabajo de parto de este escrito, un trabajo doloroso y abrumador. No quiero que se vayan las emociones, si se van ¿qué nos queda?


No podemos dejar que nos abandonen todos los sentimientos que nos despierta nuestra realidad. Cada puñalada en el vientre que nos produce la noticia más desastrosa (desde el informe de un nuevo desastre nuclear con aguas y comidas contaminadas a miles de kilómetros de casa, pasando por el derrame de millones de barriles de petróleo en el golfo de Méjico, hasta los planes de una empresa minera canadiense para entrar a territorios vírgenes en las montañas de Colombia y sacar algún mineral a expensas del deterioro irreversible de ecosistemas y comunidades de seres humanos) es una nueva razón para luchar con más fuerza. Estas son las consecuencias de nuestro "desarrollo" y de la impresionante globalización. Hemos dejado a un lado nuestra vida con dignidad, el respeto por el medio ambiente y la convivencia pacífica con los otros habitantes del planeta para construir ciudades más grandes, con rascacielos enormes, y trenes de alta velocidad que atraviesan países enteros en tiempos alucinantes. Y podría llenar páginas y páginas (aunque hayamos cambiado la hermosa costumbre de escribir en verdaderas páginas por la de empujar los botoncitos de un robot para que aparezcan letras en una pantalla interminable) de costumbres que hemos dejado atrás para vivir en un mundo de locos. 
Pero la intención que me lleva hoy a escribir algo nuevo acá, para ustedes, es más grande que eso. El tiempo de las denuncias ha llegado hace mucho, y ya hemos visto una y otra vez cuales son las consecuencias de nuestro estilo de vida. Sabemos que lo que le estamos haciendo a nuestro planeta nos está condenando a un futuro negro. A un futuro sin agua, sin aire limpio para respirar, sin comida para muchos y con pésima comida para los otros. 


Por eso debemos retener la emoción, no curar la puñalada. No podemos permitirnos más el acto egoísta de cerrar e irnos. Debemos enfrentarnos a la realidad y pelear para cambiar. No rendirnos y usar la emoción como el combustible más poderoso del mundo. El combustible capaz de unir a las personas bajo una misma voz; la voz del cambio. 
Este mensaje es para cada uno de los que está leyendo esto; para todas aquellas personas detrás de una pantalla, sentados en su casa u oficina. También para esos que leen esto en compañía de algún amigo, los que están con su familia. Para tod@s los que sientan que existe algo que debe cambiar. para tod@s este mensaje:


Todo lo que necesitamos para iniciar un cambio es un gran equipo. Queremos que se unan cada vez más y más personas. Queremos que tu, el que está detrás de la pantalla, al leer esto te sumes, y con tu voz le llegues a los otros. Cada acción vale, cada palabra suma, cada intención nos hace crecer y nos garantiza un futuro mejor. Debemos creer, debemos crear, debemos ver y dejar de ignorar. Te invitamos a romper el silencio: Escribe tus opiniones, déjanos saber lo que tu piensas, lo que tu sientes. Vamos a caminar juntos. 


Solo quien está consciente de la realidad podrá tomar las riendas para iniciar el cambio.Ya está bien de cadenas, ya está bien de ignorancia. Ahora llegó tu turno: Cree, crea y ve. 

Comments

  1. "Estoy en el trabajo de parto de este escrito, un trabajo doloroso y abrumador. No quiero que se vayan las emociones, si se van ¿qué nos queda?"

    Me encanta!! Fan #1 del blog.

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  2. Gracias por los comentarios. Esperamos que sigan disfrutando y pensando nuestras entradas.

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