Objetivos de Desarrollo del Milenio


En el 2000, hace ya 14 años, líderes internacionales se reunieron para establecer unas metas relacionadas con el desarrollo. El objetivo principal de estas era garantizar la dignidad humana, igualdad y equidad. El fin último, por supuesto, era erradicar la pobreza extrema en el mundo.


Cumbre de las Naciones Unidas; en esta fotografía, 149 jefes de estado y representantes de más de 40 países.  UN Photo/ Terry Deglau (Eastman Kodak)

La idea de esta entrada es darle una mirada, tanto en relación con la región como con el resto del planeta, a la situación de Colombia en cuanto a los ODM. Dado que el reporte es un documento largo y no quiero aburrir a mis lectores, he decidido cortar el documento en dos entregas. En esta primera encontrarán los cuatro primeros objetivos del milenio analizados, y contextualizados un poco con la situación nacional. En algunos días vendrá la segunda parte con un poco más de opinión. ¿Será que en estos últimos quince años nuestro país ha dado pasos hacia una sociedad más digna, equitativa e igualitaria? ¿Estaremos cerca de erradicar la pobreza extrema?

Vamos a ver:

Entre 2000 y 2015, la proporción de personas viviendo con menos de $1,25 dólares diariamente debía ser reducida, al menos, a la mitad. Para el 2010 la meta había sido cumplida en el mundo. En el 2000, la proporción de personas en el mundo viviendo con menos de $1,25 era 36%, y en el 2010 alcanzó el 18%. En Colombia, sin embargo, pasaron 15 años sin que esta proporción cambiara en términos absolutos (aunque tuvo tendencia al alza desde el 90 hasta el 2004, y luego se redujo nuevamente a su nivel inicial) 8.2% de los colombianos viven por debajo de la línea de la pobreza. En comparación con el resto del mundo, 18%, el nivel de pobreza en Colombia es moderado pero en comparación con Latinoamérica, 5.5%, es evidente que hace falta mucho trabajo para arrancar la pobreza de raíz.

La meta de reducir el hambre a la mitad, según la tendencia a lo largo de estos años, podría no cumplirse de manera global por apenas 1 punto porcentual. Algo similar ocurre en Colombia, donde la meta es llegar a reducir la proporción de colombianos con hambre de 20.3% a 10.2%, y para el 2012 había todavía 10.6% de personas en esta situación.  En comparación con otras naciones latinoamericanas (en promedio 27% de la población está sub-alimentada) Colombia hizo un buen trabajo. Desafortunadamente uno de cada siete niños, o sí se quiere 99 millones, en el mundo está en desnutrición. Esto, por supuesto, es escandaloso, y la humanidad entera debería poner todo su empeño por disminuir esta terrible cifra a cero.

Las víctimas del desplazamiento hacen parte de esta categoría también. Solamente en el 2013, un estimado de 32,000 personas abandonaron su hogar DIARIAMENTE, como consecuencia de persecuciones, violencia, conflicto armado y/o violaciones a los derechos humanos. Para el 2013 había más de 51 millones de personas desplazadas  de sus países de origen a otros países, y 34 millones más que, aunque se desplazaron de sus hogares, no cruzaron sus fronteras nacionales. Según un informe del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno, Colombia es el país con mayor desplazamiento interno en el mundo. Para el 2012, había en Colombia entre 4.9 y 5.9 millones de desplazados. Acá hay un fracaso grande para Colombia. Es tal vez esta la cifra más alarmante de todas las que muestra este informe. Si asumimos que desde el 2012 no han sido desplazados más colombianos, hablamos de que más del 10% de la población del país está en una situación de emergencia. Tenaz.

El primer objetivo acá era que para el 2015, niños y niñas por igual, en todo el mundo estuvieran en capacidad de terminar la educación primaria. Desafortunadamente, pasados los quince años, sólo hubo un incremento de 10 puntos porcentuales en la tasa neta de matriculación a la educación primaria mundial, mientras el objetivo era un 20%. Para Latinoamérica el objetivo era pasar del 84% al 100%, y aunque no se cumplió, se alcanzó un nivel del 95.3%. Mucho por mejorar regionalmente pero hay que reconocer un esfuerzo significativo. Según este informe de las naciones unidas,  de los 58 millones de niños que carecen de educación primaria en el mundo, la mitad habita zonas de conflicto. Otros factores que afectan la asistencia de los niños a las escuelas son las largas distancias entre el hogar y los centros educativos, el trabajo infantil y los altos costos de oportunidad frente a labores domésticas.

En Colombia el reto era más exigente por que comenzábamos con un bajísimo 71% de educación primaria en la población. Sorprendentemente, un esfuerzo grande llevó este número a 90.1% (a 2011), lo cuál nos deja por debajo del estándar regional y apenas sobre el global (de los países en desarrollo).

Aunque este objetivo no tiene en cuenta la calidad de la educación primaria (y mucho menos de la secundaria) es relevante, en mi opinión, resaltar los pésimos resultados en las pruebas PISA que tuvo Colombia hace apenas un par de meses. Según el ministerio de educación, estos penosos resultados son consecuencia de los escasos recursos económicos con los que cuenta el país para la educación pública, la alta centralización burocrática de las escuelas (limitada autonomía para seleccionar profesores y programas académicos que se acoplen a las necesidades particulares) y la tendencia a agrupar a los estudiantes según sus propias capacidades. 

Una imagen común en Boca de Camarones, Magdalena: niños sin la oportunidad de ir a estudiar. 




La igualdad de oportunidades para hombres y mujeres es tal vez una de las categorías en las cuales a Colombia le fue medianamente bien (hablando exclusivamente del informe), sin embargo hay mucho por mejorar aún. El objetivo global de paridad de géneros está entre 0.97 y 1.03*.
Para educación primaria, Colombia tenía un índice de 0.96, lo cual es bastante cercano a la paridad de géneros, y apenas un punto por debajo del valor regional, 0.97. En cuanto al porcentaje de mujeres en la fuerza laboral nacional (excluyendo labores agrícolas) Aún hace falta mayor inclusión, aunque a 2011 la cifra era 46%. En este escenario Colombia está bien parado frente al promedio latinoamericano, 44.2%, sin embargo se puede mejorar más. Por último, la representación femenina en el congreso de la república (que idealmente debería ser del 50%, era para 2013 sólo del 12.1%(cámara) y 17.7% (senado), y para este nuevo periodo (2014-18) es 17.4% y 22.5%, respectivamente.

En el mundo, sin embargo, hace falta un gran esfuerzo por lograr igualdad entre hombres y mujeres. África, Asia occidental y Oceanía son las regiones que implican un reto pronunciado, debido a sus fuertes tradiciones culturales y religiosas donde las mujeres han estado subordinadas históricamente.

Aunque en el informe no se mide la violencia hacia las mujeres, no puedo saltar al siguiente punto sin recordar cuánto maltrato hacia el género femenino hay en Colombia. Según Profamilia, cada 15 segundos una mujer es víctima de violencia en nuestro país. Teniendo este último dato en cuenta, creo que para los siguientes objetivos de desarrollo, Naciones Unidas debería tener en cuenta también la violencia de género, y buscar, urgentemente, que esta conducta degradante aunque (de manera funesta) ampliamente distribuida sea eliminada.

A pesar de que 6 millones de niños menos murieron en 2012 que en 1990, en el mundo mueren 48 niños de cada 1000 que nacen, antes de cumplir los 5 años. El reto a 2015 es reducir en dos terceras partes la mortalidad infantil, es decir, pasar de 99 muertes por cada 1000 niños nacidos, a alrededor de 30. Si tenemos en cuenta sólo los países en desarrollo, 53 niños de cada 1000 mueren antes de los cinco años, lo que significa que el planeta fracasó en este punto. Lo sorprendente es que casi la mitad de las muertes fueron en el periodo neo-natal (de 0-27 días) y estas son, por lo general, causadas por desnutrición o complicaciones a la hora del parto.  La mayoría de estos casos trágicos se podría prevenir con pequeñas inversiones (de gran impacto) como cuidado maternal en los primeras 24 horas después del parto, monitoreo médico pre-natal, y asistencia nutricional. Gran parte de la otra mitad de los niños muere a causa de enfermedades tratables como la diarrea, neumonía o malaria.


Latinoamérica no está muy lejos de lograr su objetivo de reducir 53 muertes por cada 1000 nacimientos a 18. Para el 2012 la región tenía un promedio de 18 muertes por cada 1000 nacimientos, mientras Colombia tenía 17.6, que, sin embargo no logrará cumplir con su meta nacional de 11.7 para el 2015. Solo con el propósito de referenciar la posición actual nacional, en los países desarrollados del planeta mueren, antes de cumplir cinco años,  en promedio 6 de cada 1000 niños nacidos. Acá hay un camino largo por recorrer también.


Enlaces de interés:

Notas:
*1: El índice de paridad de géneros es el número neto de mujeres en un oficio particular dividido el número de hombres desempeñando el mismo oficio

Comments

Popular Posts